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Historia de la Basílica Santa Maria de la Seu

La Basílica Santa Maria de la Seu es uno de los ejemplos del gótico catalán.

Además de símbolo e icono de Manresa, capital del Bages.

Está situada en la cima del Puigcardener, y contempla la ciudad desde la orilla izquierda del río Cardener, en el fondo del Balç.

La Seu es, sin duda, el principal referente histórico e identitario para todos los manresanos.

Los privilegios concedidos por el Papa León XIII en 1886 convirtieron el templo en basílica.

A pesar de ser llamada «Seu», el monumento no ha sido nunca una sede catedralicia.

Hay documentación del siglo IX donde se cita que el obispo Gotmar es obispo osonenc y de Manresa.

La tradición, desde su construcción, ha hecho que este fuera su nombre popular dada la dimensión de catedral.

Además de la existencia de un capítulo de canónigos (de ahí el nombre de colegiata).

Finalmente, la solemnidad e importancia que el pueblo siempre le ha dado.

El Monumento

La Basílica Santa Maria de la Seu es un edificio que sigue las características estilísticas propias del gótico catalán.

Tiene planta de salón de tres naves, caracterizadas por la gran amplitud de la central que minimiza la de las laterales.

El conjunto se cierra con un solo ábside heptagonal.

Además, el frontal del templo tiene un gran rosetón en la parte superior.

Así mismo, por debajo de éste hay un conjunto de cronología contemporánea, integrado por una galería de porches con escalinata de acceso acompañada de forjados.

Cabe destacar que, lateralmente sobresalen dos torres.

Esta son:

La del norte, que corresponde a la capilla del Santíssim.

Y la del sur, al baptisterio, éste ultimo de planta octogonal y remate en aguja.

En el lateral norte hay un campanario cuadrado de 60 metros de altura con ventanales a dos niveles.

Está decorado con un reloj y rematado por una barandilla.

La Historia de la Seu

  • El Gótico

El promontorio del Puigcardener, se eleva junto al río Cardener.

Es el lugar donde nace la ciudad de Manresa con un primer núcleo de población ibérica.

Así mismo, está seguido de una fortaleza romana, este lugar sería la base del desarrollo histórico de la ciudad, que empieza a consolidarse en la época medieval.

Es a partir de finales del siglo IX que tenemos la primera referencia de un culto en el Puigcardener.

Más tarde se convertiría en la iglesia románica del siglo XII, de la cuál conocemos su perímetro, base del templo gótico.

Todavía se conservan algunos vestigios de aquella primera edificación románica: El tímpano de la puerta, una ventana y, sobretodo, el claustro.

  • La edad moderna

La culminación de la Seu gótica tuvo lugar a finales del siglo XV.

A partir de entonces el templo fue incorporando elementos que la iban completando con estilos de cada época.

Así, desde el siglo XVI, con la construcción del campanario y de la cripta (decorada al estilo barroco en el siglo XVIII).

Hasta principios del siglo XX, en que se construyeron la fachada y el baptisterio neogótico.

La Seu pasa del gótico al renacimiento, del barroco al neogótico.

La época moderna fue devastadora para el monumento debido a la quema de la ciudad durante la Guerra de Sucesión y la Guerra del Francés.

Las obras de refuerzo durante el siglo XIX y el XX se vieron interrumpidas nuevamente por la Guerra del 1936 perdiéndose gran parte de su patrimonio.

Lo que hoy nos queda de la Seu es el testimonio de la historia de la ciudad, de su gloria y de sus penurias.

Colegiata Basílica de Santa María de la Aurora es conocida como la Basílica Santa Maria de la Seu

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